Cuando en el año 1996 se introdujo por primera vez en Burundi el nombre Kolping, los primeros miembros simplemente partieron de que se trataba de un movimiento de acción católica como todos los demás, que se dedican a la lectura y a la meditación conjunta del Evangelio de Jesucristo.
Pero, en tanto la asociación Kolping Burundi se siguió desarrollando, los miembros comprendieron que esta también los convocaba a trabajar en su desarrollo personal y socio-económico. Pero como, debido a la pobreza en la que vivían, se veían confrontados a condiciones de vida difíciles, sus recursos eran limitados. KOLPING INTERNATIONAL los apoyó principalmente a través de medidas de capacitación. Aprendieron a realizar un análisis detallado de su situación inicial, es decir, a reconocer su potencial y a desarrollar, sobre esa base, actividades concretas para la lucha contra la pobreza que pudieran llevar a cabo por sí mismos, sin esperar ayuda de afuera. Los cursos talleres sobre el tema agricultura y ganadería les mostraron nuevas posibilidades y los llevaron a mejorar los métodos tradicionales. Así pudo incrementarse la producción agrícola, garantizando la alimentación.
Dismas Ntahomvukiye, Presidente de Kolping National Burundi