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Kenia: Agua es vida

La encargada de proyectos Laura Plosinjak visitó Kolping Kenia en septiembre pasado. Tuvo la oportunidad de visitar diversos proyectos locales y de dialogar con las Familias Kolping. Una y otra vez escuchó la frase “Agua es vida”. Porque las consecuencias del cambio climático también están omnipresentes en Kenia y les dificultan la vida a las personas. Los tanques de agua y las bolsas de siembra son una solución que ofrece Kolping. Aquí les compartimos su informe del viaje.

 

 

“Kenia es un país enorme y las Familias Kolping están distribuidas en cinco regiones que se caracterizan por condiciones climáticas muy distintas. El cambio climático se hace drásticamente presente en todas ellas: las regiones que antes tenían suelo fértil se han vuelto casi desérticas. Tan solo visitar esta región es muy fatigoso. Durante nuestra visita inhalamos tanto polvo en el calor sofocante que nos resulta difícil respirar. Incluso en el interior del vehículo se cuela una nube de polvo. Las Familias Kolping de la región costera y del este del país informan que tienen dificultades para adaptarse al cambio climático y que la sequía en aumento las está complicando cada vez más. El mayor problema consiste en que muchos de sus animales ya no pueden enfrentar las condiciones climáticas. Informan que necesitan ganado pequeño que es originario del desierto para que tenga posibilidades de supervivencia.

Bolsas de siembra y tanques de agua

En la región central, en cambio, hay lluvias suficientes. Sin embargo, aquí las Familias Kolping Consolata y Mukangu nos informan que solo disponen sembrados muy pequeños para sus actividades agrícolas. Por eso, en los grupos Kolping aprenden a aprovechar para sí cada metro cuadrado. En las montañas visitamos la Familia Kolping Mgange Dawida. Allí nos cuentan que teóricamente baja suficiente agua de la montaña, pero que resulta difícil recolectarla. Algunos miembros Kolping informan que se han conectado a la red de agua local, pero que los caños solo reciben agua una vez a la semana durante unas horas. Por eso, Kolping Kenia trabaja con bolsas de siembra que permiten el ahorro de agua y con tanques de agua.

Kolping distribuye bolsas de siembra en las que las hortalizas pueden crecer hacia arriba en diversos pisos, requiriendo poca agua. Todos los miembros Kolping de todas las regiones se benefician de este sistema, lo que por fin les permite a las familias poder plantar hortalizas con éxito y tener una rica cosecha. Mejoran su alimentación y sus niños crecen más sanos.

 

Además, Kolping distribuye cisternas. Porque, cuando llueve, el suelo seco no puede absorber las grandes masas de agua. En ese sentido, la cisterna es una bendición, porque de esa manera todo el valioso líquido puede ser conducido a los tanques.

 

Grupos de ahorro

El proyecto central de las Familias Kolping de Kenia lo constituyen los grupos de ahorro. A menudo, las Familias Kolping se reúnen dos veces por mes y en esos encuentros se organiza el ahorro conjunto. El dinero del primer encuentro va a una caja común que es administrada por todos los miembros Kolping en forma conjunta. Así pueden otorgarse mutuamente pequeños créditos para un proyecto que genere ingresos. Yenni nos cuenta que con el crédito lanzó un emprendimiento apícola. Ya logró devolver el dinero. Con el segundo crédito que recibió, construyó un estanque para peces y tiene tanto éxito que ya sueña con un segundo estanque.

 

Otra forma del crédito es el principio “Merry go round“. Esto quiere decir que la Familia Kolping se decide por un electrodoméstico importante para mejorar su estándar de vida. De a poco, se va comprando ese electrodoméstico para todos los miembros. La Familia Kolping Mukangu, por ejemplo, se decidió por sillas, para que los encuentros puedan llevarse a cabo en lo de cada miembro Kolping y siempre haya asientos suficientes.  A continuación se compró un juego de tazas de té para todos, para que tuvieran tazas suficientes para disfrutar juntos su té africano.

 

Proyecto de construcción de viviendas

Hoy es un día especial en la Familia Kolping Siranga. La Familia Kolping trabaja en un gran proyecto comunitario, la construcción de una casa con departamentos pequeños. El dinero para el proyecto proviene de sus propios ahorros. Además, invierten mano de obra y materiales propios. Todos hacen su aporte y reciben su parte de la casa en forma proporcional al aporte realizado. Las horas de trabajo y las materias primas se convierten a un valor monetario. Una hermana Kolping nos cuenta que, aunque no puede trabajar en la construcción ni tiene dinero, puso a disposición tres árboles grandes de su jardín y la madera alcanza para construir el techo completo. Así fue como hizo el mayor aporte a la construcción de la casa.

El día de nuestra visita es un día muy especial, porque finalizó la primera etapa de la construcción y se pueden entregar los primeros certificados, que todos los miembros Kolping pueden llevarse orgullosos a casa.“