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La COVID-19 solo se podrá vencer internacionalmente

Cada vez más personas están recibiendo en Europa en estas semanas sus primeras vacunas contra el coronavirus. Y también aquellas a las que aún no les toca recibirla albergan nuevas esperanzas en estos tiempos de lockdown y de restricciones, de desafíos económicos y sociales.

La esperanza de superar la pandemia se basa únicamente en las diferentes vacunas que se han autorizado y que se están administrando. Solo ellas permitirán acabar con la amenaza mortal que representa el virus.

Bajo la pandemia, las personas sufren en los países ricos de modo diferente y, por lo general, menos que en los países más pobres. En muchos países no se trata solo de la pérdida de bienestar o prosperidad, como puede ser en EE. UU. o en Europa, sino de la supervivencia física de las personas infectadas y de aquellas que ya no pueden ganarse el sustento.

Todos los seres humanos tienen en todo el mundo el derecho a la salud y a una vida en dignidad. Las vacunas son la única posibilidad de asegurar a muchas personas la supervivencia incluso en los países más pobres. Por eso no se puede tolerar que los países ricos, que representan el trece por ciento aprox. de la población mundial, estén recibiendo en estos momentos la mitad de todas las vacunas a disposición. El reparto de las dosis de las vacunas muestra como a través de un microscopio cómo el poder adquisitivo decide en todo el planeta sobre vida o muerte. Las vacunas contra el coronavirus son, a pesar de su fabricación en empresas privadas, bienes públicos y, como tales, se ha de garantizar el acceso equitativo de todas las personas a ellas. Todo lo que dificulte dicho acceso, como puedan ser regulaciones de patentes, habrá de dejarse en suspenso.

Esto significa también, en concreto, que se respete y apoye el Mecanismo COVAX («Acceso Global a la Vacuna contra la COVID-19», por sus siglas en inglés), iniciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con la Alianza Global para las Vacunas (Gavi). Se han de proscribir las incursiones en solitario de gobiernos que compran dosis de las vacunas destinadas a los países del Sur Global.

Muchos responsables políticos formularon en Europa, en la primavera de 2020, la convicción de que la pandemia solo podría vencerse a nivel global, ya que el virus no atendía a fronteras. Esto sigue siendo válido.

La pandemia del coronavirus ha generado, en particular en la Familia Kolping de todo el mundo, una ola de solidaridad. Más de un millón de euros se recibieron ya en el «Corona Fonds» de KOLPING INTERNATIONAL y han contribuido así a ayudar a personas en situación de necesidad y a asegurar la supervivencia. Actuar ahora políticamente en común por una vacunación equitativa es igual de importante.

Mons. Ottmar Dillenburg, Praeses General
Dr. Markus Demele, Secretario General
Karin Wollgarten, Directora Ejecutiva

 

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