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Taller sobre el agua para países Kolping de África

¿Qué opciones de riego para los sembrados existen en zonas de sequía? ¿Cómo se puede frenar la erosión del suelo? ¿Cuál es la forma más eficiente de utilizar el agua? De estos interrogantes se ocuparon 18 delegados Kolping de Sudáfrica, Tanzania, Ruanda, Kenia, Zambia y Uganda durante una capacitación que se llevó a cabo en Kampala a mediados de febrero y cuyo anfitrión fue Kolping Uganda.

Dos ingenieros agrónomos de la Universidad Makerere de Kampala y del Ministerio de Agricultura de Uganda les proporcionaron información especializada sobre sistemas de riego, características del suelo y cuestiones jurídicas a los participantes. Luego del taller de dos días de duración, los participantes pudieron apreciar en la práctica los distintos sistemas de riego, entre ellos, los aspersores de agua y el riego por goteo, en los campos experimentales de la universidad.

Dado que todos los participantes del taller se ven afectados por el cambio climático y sus consecuencias en cada uno de sus países, pudieron intercambiar ideas y llevarse muchas sugerencias que ahora podrán incorporar al trabajo de proyecto local. Por ejemplo, en el futuro, los participantes de Sudáfrica quisieran colaborar más estrechamente con el Ministerio de Agua y Silvicultura de su país. Además, se aspira a que se ofrezcan nuevos talleres sobre el agua destinados a pequeños agricultores. Porque no solo se trata de regar los sembrados. Lo importante es conocer la necesidad de agua que tiene cada planta, dependiendo de su tipo, tamaño y de la época del año: así resume lo aprendido Ndamase Sinegugu. Previamente, hay que medir las características del suelo (humedad, valor de pH). Otras cuestiones importantes: ¿cómo llega el agua a los sembrados? El campo ¿está en una colina, se necesitan bombas para transportar el agua a través de la manguera?  “Las capacitaciones deben estar adaptadas a las necesidades de los campesinos”.

 

 

Al finalizar la capacitación, ambos delegados de Sudáfrica viajaron a Kigali junto con el colega de Ruanda para conocer los proyectos agrícolas que se llevan adelante allí hace años con probada eficacia. Primero, a los visitantes se les brindaron explicaciones teóricas valiosas sobre la producción de fertilizantes orgánicos y estrategias para lograr la fertilidad de los suelos. Luego, los delegados de Sudáfrica visitaron una Familia Kolping y allí ayudaron a producir fertilizante. “Entre los árboles había montones de hojas verdes, hojas secas, recipientes con agua, contenedores de orina, bolsas de ceniza, compost ya listo, tierra excavada y cinco palos gruesos. Comenzamos a desmenuzar las hojas”, informa Ndamase Sinegugu. Siguiendo instrucciones, los visitantes fabricaron compost orgánico y, al terminar la tarea, se enterró el palo de madera en el montón del compost para medir la temperatura luego de unos días. El segundo día, los invitados viajaron a Butete, donde pudieron apreciar los sembrados comunitarios: allí, 116 miembros cultivan papas irlandesas. Parte de la cosecha se procesa para generar semillas que sirven de reserva para la siembra siguiente.

Este ejemplo muestra cuán valiosa es la comunidad Kolping a nivel mundial. Las estructuras de la asociación y su red internacional propician el intercambio, la capacitación y el empoderamiento: se transmite experiencia y conocimiento, que dentro de las asociaciones nacionales se adapta a las respectivas necesidades de cada Familia Kolping. De ese modo, también aquí se vuelve a concretar la ayuda para la autoayuda y la asociación demuestra una vez más todo lo que significa Kolping.