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Visita a Perú

El Encargado de Cooperación Niklas Markert visitó a las Familias Kolping en Perú. En su informe de viaje, describe los desafíos a los que se afrentan las familias. Pues, la pandemia de coronavirus, el dengue y la tormenta tropical El Niño han golpeado duramente al país.

Una posición de partida difícil – Corona, dengue y El Niño

”Mi visita fue particularmente conmovedora porque fue la primera visita después de tiempos turbulentos que el país andino tuvo que atravesar. Al principio, la pandemia de Covid-19 tenía a Perú firmemente atrapado desde 2020. Durante mi visita, las Familias Kolping me hablaron de los desafíos sanitarios y económicos a los que se enfrentaban. Debido al riesgo de infección, entre otras cosas, ya no podían encontrarse ni ir a las ciudades vecinas a vender sus frutas y verduras en los mercados durante los confinamientos. A la pandemia siguió una grave epidemia de dengue que continúa hasta hoy. A esto se añaden los efectos de El Niño, un fenómeno climático que se produce regularmente y que sacude el clima, provocando sequías e inundaciones. Una fase agotadora y peligrosa que las Familias Kolping han vivido.

La resistencia de las Familias Kolping es impresionante

 

 

Durante estos años, la comunidad Kolping apoyó a las Familias Kolping tanto como lo permitió la incierta situación: entre otras cosas, se distribuyeron máscaras y pruebas de corona y se construyeron invernaderos para que la cosecha pudiera salir adelante a pesar de las extremas condiciones climáticas.

Sin embargo, las Familias Kolping contribuyeron en gran medida a superar estos tiempos difíciles. No se resignaron, al contrario, se volvieron creativas para asegurar sus ingresos. Dependiendo de la evolución de los precios en la fluctuante fase económica, adaptaron sus productos. Plantaron otros cultivos o vendieron sombreros o ponchos caseros; lo que fuera lucrativo en cada momento. Al escuchar sus historias, me impresiona su espíritu combativo: «El querer es el poder», oigo una y otra vez. Sin duda, el espíritu Kolping también ha ayudado en este aspecto; al comienzo de cada visita, las personas oran y agradecen a la comunidad Kolping.

 

La fuerza del agua

Durante mi visita a las Familias Kolping, me muestran cuán fundamental que es la seguridad del agua para el desarrollo de las Familias Kolping en Perú: se cultivan brotes de alfalfa para alimentar a los animales de granja. Los animales de granja generan alimentos, ingresos y abono, lo que ayuda a cultivar más plantas. Sin embargo, esta cadena no funciona sin agua. Algunas Familias Kolping ya tienen la posibilidad de recoger agua de lluvia, otras todavía no. Aquí hay necesidad de mejoras, sobre todo porque el cambio climático está exacerbando los períodos secos y las sequías. Desde mi visita, estamos manteniendo un animado diálogo con nuestra contraparte local sobre cómo podemos prestar apoyo aquí.

 

 

Mucha alegría y optimismo

A pesar de todos los desafíos que he mencionado, veo mucha alegría durante mi visita. Hablo con algunos miembros Kolping jóvenes que se unieron a Kolping durante el período de Corona. Una Familia Kolping compuesta por jóvenes me cuenta orgullosamente que sus padres – que al principio no eran miembros Kolping – ahora quieren fundar su propia Familia Kolping. Mi viaje fue una visita conmovedora con muchas sugerencias para la futura organización de las Familias Kolping en Perú».