A comienzos de agosto se encontraron 23 jóvenes provenientes de Liebling, Sanktandreas/Sânandrei y Temeswar/Timisoara en la Casa Kolping de Ruskberg recientemente renovada. El objetivo era darle los últimos retoques a la Casa Kolping para su reapertura solemne el 5 de septiembre. Los jóvenes trabajaron en tres grupos: trabajos de limpieza e instalación dentro de la casa, trabajos estéticos en exteriores y repaso de las marcaciones de un sendero en el bosque. Es una obviedad que el trabajo se hizo respetando las reglas de distanciamiento social y protección obligatorias. La iniciativa fue un éxito absoluto y la Casa Kolping pudo reabrirse en septiembre.
