Una evaluación realista del desarrollo económico y social de Myanmar no es fácil después de los años de aislamiento. Después de las primeras elecciones libres de 2015, Myanmar se enfrenta a un laborioso y difícil proceso de transformación política. Y Myanmar sigue siendo uno de los estados más corruptos del mundo. Hace apenas unos años, alrededor de una cuarta parte de la población vivía en la pobreza absoluta, y la proporción es mucho mayor en las zonas rurales. Durante décadas, no se prestó suficiente atención al sector de la educación. Y no sólo para la apertura económica y el desarrollo del país, sino también para el proceso de democratización se necesita urgentemente personal cualificado. Hasta el día de hoy, la gente sufre de una infraestructura en mal estado, la falta de oportunidades educativas y una atención médica deficiente.


Kolping in situ
En Myanmar, la Asociación Kolping cuenta actualmente con 927 miembros, distribuidos en 60 Familias Kolping. Kolping Myanmar se centra en el desarrollo de la Asociación como en la promoción de pequeñas medidas de generación de ingresos a nivel de las Familias Kolping.
Con un microcrédito a un taller rentable

Un gran apoyo para la población de Myanmar es la concesión de microcréditos. Entre 50 y 150 euros ya es una ayuda. Con una cantidad como ésta pueden construirse una existencia económica porque les permite, por ejemplo, comprar herramientas y construir un pequeño taller. Esta es una gran oportunidad para los miembros Kolping, que finalmente entran al autoempleo y a la independencia económica. A través de sus ingresos modestos, más tarde devuelven los microcréditos en pequeñas cuotas.