En Myanmar, una tormenta provocó intensas lluvias. Las casas de algunos miembros de la Familia Kolping St. Faustina en el arzobispado de Taunggyi fueron destruidas. Los miembros Kolping reunieron donaciones para las víctimas de las tormentas y, además de productos alimenticios, también donaron consuelo y esperanza. Los voluntarios explican que “Es importante saber que uno no está solo en estos tiempos de crisis”. Además, la asociación en Myanmar está visitando a todos los miembros Kolping y les distribuye paquetes para paliar el coronavirus: en las 50 Familias Kolping se reparten jabón, barbijos de protección, material informativo, además de productos alimenticios.
De Indonesia nos llega la noticia del incremento vertiginoso de casos de coronavirus. “La situación es realmente alarmante. Las personas se ven obligadas a quedarse en su casa, aunque en realidad tendrían que trabajar para sobrevivir”, escribe Paulce Parera de la Asociación Nacional Kolping Weetebula.
En Sri Lanka, KOLPING apoya a los habitantes mediante la compra de productos alimenticios y artículos de higiene. Muchos trabajan como jornaleros y hace semanas que carecen de ingresos.