En su discurso en la 110.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (27.5-19.6.2022), la Dra. Hildegard Hagemann subrayó la importancia del rol de la Organización Internacional del Trabajo para proteger a los trabajadores que sufren explotación.
A ellos debe darles una voz la organización. La sociedad civil podría ejercer presión sobre los gobiernos, pero en muchos países se limita su participación. De ahí que las leyes y la constitución de un Tribunal laboral Internacional adquieran una enorme relevancia. “No dejar a nadie de lado también significa ayudarles a los vulnerables y a los más vulnerables a lograr derecho y justicia. Para lograrlo, se necesita una OIT fuerte en las mesas de negociación. Una OIT con instrumentos basados en sanciones que también puedan imponer sanciones a los gobiernos e interlocutores sociales que pisoteen los derechos laborales. En particular las mujeres, las minorías sexuales y los trabajadores migrantes en regímenes dictatoriales deben recibir de modo concreto el apoyo de la OIT mediante la cooperación directa y la intervención”, continuó diciendo la Dra. Hagemann.
