“Los precios de los productos alimenticios aumentan; para nuestros miembros, la situación se vuelve más difícil día a día”, informa Rufino Rodríguez, director de KOLPING Honduras.
No solo en Honduras, sino en todos los países de América Latina, son los pobres quienes más padecen la crisis del coronavirus. Quienes viven de sus ingresos diarios no pueden concurrir a sus trabajos; hay millones de personas desempleadas que carecen de seguro social. Para muchas familias esto significa padecer hambre. Por eso, en muchos países de América Latina, KOLPING está distribuyendo paquetes con productos alimenticios a sus miembros en estado de necesidad y a otras personas carenciadas. En el Estado de Tocantins, en Brasil, hubo inundaciones, por lo que los empleados de KOLPING Brasil están teniendo que enfrentar simultáneamente un doble desafío. Distribuyen alimentos y van en bote a las zonas inundadas.
El personal médico, las enfermeras y enfermeros de los centros médicos KOLPING de Bolivia trabajan hasta la extenuación pero, sin embargo, se toman un momento para un saludo solidario. En el Colegio Técnico de Colombia, los docentes dictan clases virtuales a sus alumnos. Los empleados también hacen esfuerzos creativos en las demás áreas, manteniendo un estrecho contacto telefónico, digital, a través de videollamadas o mensajes de audio con sus Familias Kolping – lo que importa es poder decirles a sus miembros que no están solos con sus preocupaciones y necesidades.
La asociación KOLPING de Chile tiene un gesto particular de solidaridad, prescindiendo de las donaciones internacionales del fondo para el coronavirus a favor de países donde la necesidad es mayor. Por otra parte, en todo el país, de norte a sur, hay Familias Kolping que están cosiendo barbijos para distribuirlos en geriátricos y a los jornaleros que aún tienen la posibilidad de buscar trabajo temporal en las oficinas que ofrecen dichos puestos.
Acquí informamos sobre la situación en los países copartes. Cómo ayuda KOLPING? Una vista general.
