Adolfo Kolping dijo: «Seamos optimistas y confiemos en Dios, y seguro que no acabaremos derrotados.» La pandemia de coronavirus nos está mostrando muy claramente que, por desgracia, la vida nos depara también una y otra vez sorpresas negativas, sorpresas que deberíamos encarar lo más abiertamente posible.
Mucho de lo que sucede actualmente en nuestra vida cotidiana nos resulta extraño, nos limita y nos hace sentirnos inseguros o incluso con miedo. En esta situación, quiero invitar a no perder de vista lo positivo. Aprovechemos la oportunidad y sumerjámonos en los grandes misterios de este mundo, percibamos también lo bello, lo maravilloso de la Creación, vivamos con agradecimiento la unión y el amor en la familia y en el círculo de amigos. Si nuestro corazón –tal como Jesucristo nos recomienda– no se deja desconcertar, si creemos y si nos sumergimos en la vida cotidiana con gran confianza y seguridad en nosotros mismos, tendremos la oportunidad de contribuir a configurar el mundo con todas sus posibilidades, mundo del que forman parte los pequeños mundos interiores en nosotros y en nuestro entorno e incluso el gran mundo de la Creación de Dios.
Rezaré por todos ustedes ante la tumba de Adolfo Kolping.
Mons. Ottmar Dillenburg
Praeses General
