El encargado de proyectos para Europa Central y del Este, Gregor Federhen, acaba de regresar de su viaje a Ucrania. De este modo describe sus impresiones de la situación que se vive en ese país:
“La población sigue siendo muy optimista en el sentido de que puede ganar la guerra contra el agresor ruso y que pronto lo echará del país”, informa Federhen. “Este optimismo se basa, por un lado, en los éxitos militares y, por el otro lado, las personas solo pueden soportar su difícil situación teniendo la certeza de que sus padecimientos pronto llegarán a su fin y que luego podrán reconstruir su país”.
Gregor Federhen visitó principalmente el trabajo con los refugiados y los proyectos en la ciudad de Úzhgorod, cerca de la frontera con Eslovaquia, en la que una Familia Kolping muy activa brinda ayuda humanitaria. El presidente de la Familia Kolping Mykola Trofymenko presentó el alojamiento para refugiados que ya está funcionando, así como los proyectos en curso destinados a los desplazados del este del país. La ciudad de Transcarpacia, que tiene unos 120.000 habitantes, ha recibido igual cantidad de refugiados, por lo que su situación habitacional es muy tensa. Por esa razón, la asociación Kolping ha adquirido recientemente una propiedad que se convertirá en alojamiento para refugiados y proporcionará albergue y acompañamiento psicosocial a otros 50 refugiados desde comienzos del año próximo.
Pero Úzhgorod se ha convertido además en un centro importante de localización de nuevas empresas, porque entre los refugiados también hay muchos empresarios que generaron nuevos puestos de trabajo en la ciudad. Dado que se trata de la región geográficamente más alejada de los acontecimientos bélicos, Transcarpacia se ha convertido en una zona elegida por muchos refugiados. Aunque también aquí las sirenas antiaéreas suenan a diario, la gente está acostumbrada a esa situación y confía en que los misiles no alcancen su ciudad.
En numerosas conversaciones, los refugiados le contaron a Gregor Federhen que quieren encontrar trabajo lo antes posible. Quienes ya lo han encontrado, explican que tener una ocupación les ayuda a olvidar temporariamente sus preocupaciones y temores y les sirve a modo de terapia.
La Familia Kolping local sigue organizando encuentros de formación en el marco de la “Universidad de la Tercera Edad” de los que participan periódicamente personas mayores. Tanto los adultos mayores como todos los demás miembros de la Familia Kolping expresaron su agradecimiento por el apoyo recibido de parte de Europa Occidental y por la solidaridad de la comunidad Kolping internacional. “La guerra los ha unido aún más y los ucranianos ya están planificando qué pueden hacer por la reconstrucción de su país”, dice Federhen.