Con motivo del Día Mundial de la Justicia Social, el Secretario General, Dr. Markus Demele, pide que cada persona tenga acceso a la educación para poder desarrollar y utilizar sus capacidades. «Esto se ve severamente restringido para miles de niños en Alemania, por ejemplo, que crecen en familias en las que la educación tiene poca prioridad y los bajos ingresos limitan gravemente su participación en la vida social», dice Demele en un reportaje a Deutsche Welle.
«En muchos países del Sur Global, las personas que no tienen acceso a los derechos humanos básicos, como la alimentación, el agua, el saneamiento o sólo las condiciones de trabajo libres de explotación, también apenas tienen la oportunidad de desarrollar su potencial.»
Para crear más justicia, se deben aplicar medidas como una ley global de la cadena de suministro, la imposición de las ganancias de capital y una seguridad básica. «A nivel local, nacional e internacional, los creyentes pueden y deben convertirse en impulsores de la justicia social. Nada menos es la misión de todos nosotros. Este Día Mundial es un buen recuerdo de ello».